|  | Cerrar

 


 

¡Porque me gusta!

Celso E. Portela Irigoyen

 


 

Un gran número de puertorriqueños estuvo exasperadamente soportando una gran espera desde el viernes, 29 de junio de 2007 cuando la compañía Apple Inc., junto con AT&T Wireless, lanzaron al mercado un revolucionario aparato electrónico llamado iPhone que causó una revolución y un fanatismo entre todo aquel que lo aprecia y añora tenerlo en sus manos. Desde el momento que lanzaron la noticia, en Puerto Rico se comenzó a escuchar personas que proclamaban: “Voy a estar en fila desde las 4:00 AM”, “Ese aparto está brutal, tengo que tener uno”, “Yo me voy a comprar el de 16; en el de 8 no me cabe todo”, “Son medio caritos, pero que se chave, el teléfono ese está cabrón”, y así por el estilo. Sin embargo, nunca llegó para ese día a PR. La ofuscación y pataleta de poder tener el aparato pronto se desvaneció y se convirtió en enojo y desilusión. Desde ese momento comenzaron a circular rumores: “Las compañías son racistas”, “¿Por qué siempre tratan a PR como un tercero?”, “¿Va a venir o no?”, y así un sin fin de comentarios que atosigaban los servidores de los foros de tecnetico.com, att.com y apple.com. Esta controversia continuó por todo un año. Por fin para el 30 de septiembre de 2008 AT&T Wireless anunció que se estaría vendiendo el tan codiciado aparato el 17 de octubre de 2008 en todas las tiendas de AT&T en PR. Y por fin, la larga, rabiosa y desoladora espera culminó.

Ahora muchos conviven felizmente con sus aparatos, pero no entienden la razón de su elección o quizás despachan esa elección con un simple: “¡Porque me gusta!”. Existe una cantidad inmensa de aparatos similares que logran hacer lo mismo y hasta quizás mejor. Todo aquel que codicia este aparato ha sido penetrado por la perenne e incesante insistencia del despotismo exigente del diseño sobre la emoción. Existen claves que demuestran cómo este aparato se convierte en no solo un transmisor de emails, voz, data, y SMSs, sino también en un transmisor instigador latente de afectos. La realidad inherente del susodicho estriba en una estrecha, inquebrantable y parasitaria relación entre la apariencia obligada y dictada por su estimulación física externa, la lucha interpretativa del mudo íntimo-personal interior y el subproducto catalítico de toma de decisiones, la emoción.

Emoción y Afecto

Es pertinente adecuar una definición clara y esclarecedora de lo que significa emoción y afecto cuales interactúan con protagonismo en el sujeto. La emoción es una condición humana que se ha definido en varios círculos tanto teóricos, sociológicos, psicológicos como biológicos. En conjunto, estos pensamientos, teorías e hipótesis siempre apuntan a varias definiciones y ninguna se proclama como verdad absoluta. Estas teorías se agrupan en: teorías somáticas, neurobiológicas y cognitivas. Las primeras dos se relacionan a aspectos fisiológicos cuales aportan una dimensión adicional a la definición, pero no subrayan adecuadamente el tema en cuestión. Son las teorías cognitivas las que puntualizan con claridad la relación entre el mundo cultural exterior y su interpretación interior por el sujeto.
Las teorías cognitivas argumentan que si bien es cierto que las teorías somáticas utilizan el cuerpo, los músculos y el esqueleto para producir emoción y ayudan en la comunicación y transmisión del sentimiento, no necesariamente atienden el concepto esencial del juicio, consciente o inconsciente, del sujeto. En concreto, las teorías cognitivas argumentan que para que se produzca emoción en el sujeto debe existir un campo disponible para el juicio, la deliberación y los pensamiento. Según Plutchik (Plutchik, 1962, pp. 3-4) emoción es:

Emotions have always been of central concern to men. In every endeavor, in every major human enterprise, the emotions are somehow involved. Almost every great philosopher from Aristotle to Spinoza, from Kant to Dewey, from Bergson to Russell has been concerned with the nature of emotion and has speculated and theorized about its origin, expressions, effects, its place in the economy of human life. Theologians have recognized the significance of certain emotions in connection with religious experience and have made the training of emotions a central, if implicit, part of religious training.

Writers, artists, and musicians have always attempted to appeal to the emotions, to affect and to move the audience through symbolic communication. And the development in the last half century of psychoanalysis, clinical psychology, and psychosomatic medicine has brought the role of emotion in health and disease sharply to our attention.

Es definitivo que la emoción es parte integral del sujeto consciente o inconsciente. Además, emoción, definida por la psicología, “es una respuesta individual interna que informa de las probabilidades de supervivencia que ofrece cada situación.” (M.P. González, E. Barrull, C. Pons y P. Marteles, 1998) A diferencia del afecto: (M.P. González, E. Barrull, C. Pons y P. Marteles, 1998)

“Del uso que hacemos de la palabra ‘afecto’ en la vida cotidiana, se puede inferir que el afecto es algo que puede darse a otro. Decimos que “damos afecto” o que “recibimos afecto”. Así, parece que el afecto debe ser algo que se puede proporcionar y recibir. Por el contrario, las emociones ni se dan ni se quitan, sólo se experimentan en uno mismo. Las emociones describen y valoran el estado de bienestar (probabilidad de supervivencia) en el que nos encontramos.

Solemos describir nuestro estado emocional a través de expresiones como “me siento cansado” o “siento una gran alegría”, mientras que describimos los procesos afectivos como “me da cariño” o “le doy mucha seguridad”. En general, no decimos “me da emoción” o “me da sentimiento” y sí decimos “me da afecto”. Además, cuando utilizamos la palabra ‘emoción’ en relación con otra persona, entonces decimos “fulanito me emociona” o “fulanito me produce tal o cual emoción”. En ambos casos, se alude básicamente a un proceso interno más que a una transmisión. Parece que una diferencia fundamental entre emoción y afecto es que la emoción es algo que se produce dentro del organismo, mientras que el afecto es algo que fluye y se traslada de una persona a otra.”

La emoción está atada incondicionalmente a cualquier instante de la vida del ser humano siempre y cuando exista el afecto como elemento externo para generar y conmover la emoción interna.

Es entonces el campo del diseño parte de los elementos externos que, con un afecto definido por el diseñador, impregnan decididamente el interior conmoviendo la emoción y logrando una atracción positiva al objeto o provocando al gusto.

Exterioridad – Diseño

El mundo de la emoción está codificado en el lenguaje de la interioridad. Sin embargo, para que este mundo subsista es oportuno que lo afecte afectivamente la exterioridad; cual manifiesta en el interior emocionante, sentimientos de deseo; definiendo de una vez el Ser, cual es generado por la relación simbiótica del interior con el exterior. El Ser nace y yace gracias al poder convincente de lo externo.

Ahora bien, esta exterioridad tiene que tener algún aspecto predeterminado cual lo asigna el diseño. Sea ya para añadir significado al elemento o objeto, o simplemente para recrear una emoción específica en el interior.

Entonces, el diseño es omnipresente. Si miras a tu alrededor y piensas por un minuto el por qué lo que miras es como es, vas a entender que eso fue diseñado por alguien con un propósito y que lo puedas utilizar; sea la taza donde bebes tu café, el piso en el que te paras, la rasuradora con la que te afeitas, el periódico que lees y hasta este mismo papel 8.5″ de ancho por 11″ de alto (si se imprime) lleno de palabras que lees y tienes en tus manos. El diseño no es banal, es concreto y a propósito. Es capaz de exteriorizar ideas, plasmarlas en el exterior para el beneficio de la utilidad. Siempre viene atado a una meta y una finalidad. No debe darse a la interpretación vacía y frívola, sino a una elucidación de aciertos o desaciertos. El diseño no es arte, sino ejercicios de procesos con propósitos que nos pone en contacto íntimo con el mundo corporal interno (Cupchik). El diseñador debe ser capaz de conocer la importancia que existe entre el propósito deseado y el sujeto afectado. Para ceñirse al ejercicio de procesos, el diseñador lleva en su arsenal de herramientas, conscientes e inconscientes, legendarias fabricaciones sociales y culturales como bien lo ha dispuesto la Teoría de Gestalt. Esta teoría, estudia la percepción visual en el sujeto consciente, fue desarrollada en la década de los años 1920 para explicar cómo el ser humano, cuando ciertos elementos cumplen con ciertas leyes, pueden visualmente organizarse y formar un todo unificado. Sus reglas son: ley de la semejanza, ley de continuidad, ley del cierre, ley de proximidad y ley de fondo y figura. Esta teoría a su vez asume la importancia que tiene la forma y el color. Estas reglas se conglomeran usualmente en el sujeto consciente que busca de una experiencia regular, ordenada, simétrica y simple. Intentan predecir la interpretación que imponen las sensaciones del usuario. El diseñador hace uso de todos estos elementos al disponerlos y manipularlos para distorsionar el aspecto utilitario y poder simular deseos, sensaciones y emociones en el que mira y luego utiliza.

La descripción que se hace del diseño deja a un lado ciertos aspectos al descubierto. Si el diseño es una preocupación por la imagen utilitaria, ¿por qué el diseñador insiste en asignarle a lo útil cierta apariencia?¿No es suficiente su imagen utilitaria? – El problema con la imagen utilitaria es que apunta a la carencia de emoción.  Esa falta de emoción sucede solo cuando no existe una preocupación por asignarle a esa imagen utilitaria reglas y definiciones que afectivamente trastoquen la emoción. Es una falta de toma decisiones concienzudas a la hora de proponer un diseño afectivo. El diseño entonces supone la comunicación directa de una nueva identidad afectiva con propósitos claramente definidos.

El trabajo del diseñador es, entonces, poder moldear y manipular el objet a (Lacan, 1964) o el objeto del deseo para recrear en el usuario emociones. Reformar la utilidad por medio del diseño para simular (Jean Baudrillard) y extraer de la memoria, de la nostalgia y de la experiencia cultural del sujeto, referencias que obligan a entablar un juicio interno y deliberativo sobre la actitud hacia la imagen diseñada.

Jean Baudrillard en Simulations describe la imagen utilitaria reformada por el diseñador y expuesta al sujeto para su goce emocional.

“When the real is no longer what it used to be, nostalgia assumes its full meaning. There is a proliferation of myths of origin and signs of reality; of second-hand truth, objectivity and authenticity. There is an escalation of the true, of the lived experience; a resurrection of the figurative where the object and substance have disappeared. And there is a panic-stricken production of the real and the referential, above and parallel to the panic of material production. This is how simulation appears in the phase that concerns us: a strategy of the real, neo-real and hyperreal, whose universal double is a strategy of deterrence.”

El objet a simulado, resultante de la morfología entre la imagen utilitaria dada y la imagen simulada por el diseñador, intenta lograr una inserción idónea en el sujeto para reformar sus propias construcciones socioculturales y lograr la euforia del gusto acertado y el deseo de obtención del objeto.

Interioridad-Lucha

La interioridad se asume como un mundo único e íntimo. Pero en realidad, viene ataviada de exterioridad. Existe una lucha compleja e insistente entre estos dos mundos. Llevan una relación simbiótica; sin la exterioridad no logra subsistir la interioridad. Se asume que las interpretaciones que hace la interioridad de la exterioridad son siempre de carácter visual o perceptual, sin embargo, el exterior arrastra consigo otro lenguaje de suma importancia, la auralidad. ¿Es posible construir interioridad sin exterioridad? Parece ser que existe una relación inquebrantable entre estos dos polos.
El exterior ha sido históricamente el proveedor de contenido para que el interior reduzca, expanda y recree según su entendimiento, el cual ha sido moldeado por esa misma exterioridad. Entonces, sí existe un acuerdo irrevocable y parasitario. Si se examina este acuerdo parasitario se revela que se trata de una comunicación e intercambio de significados.

La transmisión de significados ocurre en un código universal, el lenguaje aural, el cual provee las herramientas de entendimiento. Esto no implica que la interioridad esté codificada en letras, palabras, signos de pregunta y exclamación, sino en lo que se percibe y entiende debe significar cada palabra. Se utiliza la palabra aural como elemento o sujeto de juicio para deliberar sobre qué significado se le adjudica. Estos significados siempre son comunicados de la misma manera y con un significado específico que solo la exterioridad conoce. Entonces, es un hecho que nadie comprende ni entiende igual. Se sabe que si se compara a un sujeto criado en Japón con un puertorriqueño, se recalca que la construcción cultural de cada sujeto ha sido matizada por diferentes códigos de belleza, de auralidad, de entendimientos y funcionamiento, en fin, culturales.

Paul Miller aka DJ Spooky that subliminal Kid en “Loops of Perception” se acerca a este concepto cuando describe la interioridad:

“Inside, we use our minds for so many different things that we can only guess at how complex the process of thinking is. Outside, it’s a different scenario. Each human act, each human expression, has to be translated into some kind of information for other people to understand it: Some call it the “mind/brain” interface, and others, like Descartes, call it a kind of perceptual (and perpetual) illusion. In our day and age, the basic idea of how we create content in our minds is so conditioned by media that we are in a position unlike any other culture in human history: Today, this interior rhythm of words, this inside conversation, expresses itself in a way that can be changed once it enters the “real” world.”

Se ha decidido; el sujeto, aturdido por las significaciones, ha sido capturado por la complejidad de su entorno y el engaño simulado. Intenta valorizar el aparato tecnológico sin comprender su condición de objeto de placer deseado; “¡Porque me gusta!”.

Emoción-Subproducto

Estructurado de interioridad “real” el sujeto se encuentra nuevamente en un abismo desolador. Sus interrogantes acerca del aparato siguen en el limbo. El gusto queda indefinido y se pasea sin dirección, ni razonamiento crítico. Sin más, el sujeto divaga en ignorancia divina propulsada por el poder convocatorio de la exterioridad-diseño y la interioridad-lucha inculcada sin remedio, ni cuestionamiento.

El gusto queda construido por la emoción y el sentimiento. Esta construcción se entabla con el uso predeterminado y a propósito del control de la identidad utilitaria exterior; el diseño.

Mix

El fenómeno del aparato tecnológico es abrumador. Ha cruzado el mundo y se ha atravesado internamente en muchos. Con su simulación ha invadido, penetrado y sacudido la memoria y ha convencido que su idolatría es necesaria.

El sujeto consciente ahora hace llamadas, envía emails, manda SMSs y toma fotos desde su propio espacio simulado y codiciado por otros. Ha alcanzado un nivel de gozo que solo la imagen moldeada puede lograr.

Bibliografía


 

Baudrillard, J. (1983). Simulations. North Mankato: Semiotexte/Smart Art.
 
Emotion in Psychology 101 at AllPsych Online. (n.d.). AllPsych Online. Recuperado 27de junio de 2010. http://allpsych.com/psychology101/emotion.html

González, M., Barrull, E., Pons, C., & Marteles, P. (1998). ¿Qué es el afecto? Biopsychology.org — Biopsychology: Psychology as a biological science. Recuperado 30 de junio 2010. http://www.biopsychology.org/biopsicologia/articulos/que_es_el_afecto.html

GGordon, I. E. (2004). Theories of Visual Perception. New York: Taylor & Francis Group.
 
James, W. (n.d.). What is an Emotion? Classics in the History of Psychology. Recuperado: 30 de junio2010. http://psychclassics.yorku.ca/James/emotion.htm

Lacan, J. (1964) Los Seminarios de Jacques Lacan, Seminario 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis.  Clase 6.  La esquizia del ojo y de la mirada.  19 de febrero de 1964.  Recuperado: 3 de julio2010 . http://www.scribd.com/doc/7000721/LACAN-Seminario-11-Clase6-La-Esquizia-Del-Ojo-y-de-La-MiPDF

Lazarus, R. S. (1991). Emotion and adaptation. New York, NY: Oxford University Press.

Lewis, M., Haviland-Jones, J. M., & Barrett, L. F. (Eds.). (2008). Handbook of Emotions, Third Edition. Minneapolis: Guilford Publications, Incorporated.
 
McDonagh, D., Gyi, D., & Hekkert, P. (Eds.). (2003). Design and Emotion. New York: Taylor & Francis Group.

Miller, P. (n.d.). Loops of Perception. Horizon Zero. Recuperado: 14 de agosto de 2010. http://www.horizonzero.ca/textsite/remix.php?tlang=0&is=8&file=3

Norman, D. A. (2005). Emotional design: why we love (or hate) everyday things. New York, NY: BasicBooks.

Olkowski, D., & Morley, J. (1999). Merleau-Ponty, Interiority and Exteriority, Psychic Life, and the World. Albany, New York: State University of New York Press.

Plutchik, R. (1962). The emotions: Facts, theories, and a new model. New York, NY: Random House.

What is Design. (n.d.). Design Council. Recuperado 18 de junio de 2009 http://www.hku.hk/bse/interdisciplinary/what_is_design.pdf

Zizek, S. (1992a). Looking Awry : An Introduction to Jacques Lacan Through Popular Culture. New York: MIT Press.

 


 

 

Leer ensayo: ¡Porque me gusta!

Content on this page requires a newer version of Adobe Flash Player.

Get Adobe Flash player